jueves, 10 de mayo de 2012

Teoria de la Justicia J. Rawls


Rawls inicia su célebre libro con una frase cuyo analisis puede ser interesante que condensa su pensamiento, dice así:

"La justicia es la
primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento."

OBSERVACIONES:
La justicia es una virtud.
La justicia es una virtud colectiva.

La virtud es un atributo individual...
Las instituciones tal vez esten ordenadas para la consecución de ciertos propósitos...

La verdad es una virtud.
La verdad es una virtud del pensamiento.

La verdad pertenece al lenguaje.
Es verdadero o falso lo que se afirma o niega respecto a lo que hay o se percibe.
Sistemas de pensamiento... verdaderos y sistemas de pensamiento falsos.



miércoles, 4 de abril de 2012

Razon

El concepto que encierra el vocablo  "razón" es similar al que encierra el vocablo "orden", la semejanza entre ambos vocablos es tanta que cabría asegurar que razón y orden son sinónimos. Tienen el mismo significado o mencionan la misma entidad. Si hay un orden universal al cual se ajusta el devenir de los procesos cósmicos como, por ejemplo, lo postulaba Heráclito, entonces hay una razón universal inmanente. Heráclito mismo aseguraba que para saber en qué consiste el orden o razón universal es necesario escuchar u observar a la naturaleza y adaptar el pensamiento y la conducta al orden a que ella se ajusta. Platón en el Timeo atribuye el orden a su autor: el Demiurgo. Los creacionistas lo atribuyen al Dios creador, los monoteístas al  Dios único. Sea cual sea el caso, si hay un orden universal entonces la naturaleza está sometida a las leyes que fijan las regularidades de ese orden. Podremos llegar a conocer la razón que señala el orden universal observando aquellos procesos de la naturaleza a que accedemos. El examen de esas pocas relaciones ordenadas nos permitirá inferir el orden dentro del cual ellas se inscriben. Ese procedimiento suele denominarse "inducción" y a los procesos lógicos analíticos seguidos  para determinar su grado de generalidad o universalidad de las conclusiones inferidas suele denominarse "deducción". Inducción y deducción conducirían al reconocimiento del orden o razón universal.

Sin embargo no es posible saber si hay en efecto un orden o razón  universal cuyo conocimiento, además, se encuentra al alcance del intelecto humano. Si hubiere un orden o razón que todo lo comprende nos encontraríamos adscritos a sus regulaciones en aquello que concierne a nuestra condición deleznable y efímera y en tal virtud a nuestro entendimiento estaría limitado o circunscrito al reconocimiento del orden propio de esas condiciones. Este es el punto de vista de Kant: Podemos ordenar rigurosamente los datos que nos proporciona la intuición sensible que nos permite una ubicación en el tiempo y el espacio;  datos que señalan un orden sucesivo (el tiempo) y una dirección o sentido (el espacio) los cuales son suficientes para la edificación del sistema de la razón circunscrita al entendimiento de las relaciones de orden empírico, observable y condicionado pero insuficientes para la comprensión del ejercicio práctico en el discurrir de las relaciones humanas, que incluye además las determinaciones de la voluntad, (no de la voluntad sensiblemente condicionada), sino de la incondicionada, es decir de la voluntad libre; la libertad cuya fuente no se encuentra en la intuición sensible sino en la intuición inteligible, la intuición del orden puro, la del Sumo Bien al cual conduce el uso de la razón pura. Kant no dice que el Sumo Bien es el Demiurgo.

 

jueves, 29 de marzo de 2012

Rolaing Aragooper

Fue muy grato conversar al cabo de mucho tiempo con el profesor Rolaing Aragooper de cuya amistad tuve el privilegio de disfrutar en la juventud, ese bendito tiempo en el cual todo lo que ocurre parece magnífico y todo lo imagináble posible.  Pude apreciar entonces su natural nobleza, innumerables virtudes y bondadosa manera de considerar las cosas. Constatar ahora -después de muchos años- que nada de ello ha perdido sino cultivado, educado y mejorado, me lleno de gozosa tranquilidad. Todo esto y un sentimiento de fraternidad me animó a confiarle reflexiones que no suelo compartir y mantengo en reserva. Percibo -le dije- en mi mismo que con el paso del tiempo mi espíritu se afina, observo las cosas con imparcialidad o menos parcializadamente que antes, juzgo a las personas con menos dureza o tal vez no las juzgo sino solamente intento comprender los motivos que las impulsan o las razones que las mueven, en cierto modo  mi vida alcanza un sosiego que compensa la menor expectativa y la cortedad del futuro. Esos son los efectos benéficos del paso del timpo en las personas, la experiencia vivida nos hace menos torpes, menos impulsivos, menos apresurados, más reflexivos, seguramente el paso del tiempo nos enseña a ser más cuidadosos con nuestras palabras y actos. El profesor Rolaing me escuchaba atentamente, luego comento afáblemente, corrigiéndo mis apreciaciones, que el paso del tiempo no solo deteriora el cuerpo. Hay gente que no aprende, la mayoría de las personas se niegan a aprender. Tenía razón para saberlo. Guardé silencio. Terminamos nuestro café agradecidos porque el azar nos favorece. Nos despedimos. Tal vez volvamos a vernos. El profesor Rolaing debe continuar sus actividades y yo las mias.


miércoles, 28 de marzo de 2012

Democracia. Aristocracia. Meritocrácia

La democracia se sustenta en la creencia en que la razón, es decir, la capacidad de distinguir lo verdadero de  lo falso y lo injusto de lo injusto es un patrimonio que compartimos todos los hombres sin distinción alguna. Por eso, en las asambleas públicas en que se deciden las acciones a partir de lo que se estima posible, probable, verdadero y justo, cada hombre tiene un voto, y es justo o verdadero lo que la mayoría estima justo o verdadero. [Protágoras o Tocqueville]. La democracia representativa se justifica ante la imposibilidad de los hombres de reunirse todos ellos en asamblea pública y decidir con el voto de cada uno de ellos que es lo verdadero o justo, posible o probable.  La creencia aristocrática sustenta la creencia incompatible con la anterior según la cual la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso y lo justo de lo injusto, probable o posible está reservada a unos pocos hombres naturalmente mejor dotados que los otros y/o rigurosamente instruidos e educados.  Las decisiones que comprometen los destinos de la colectividad competen a aquellos pocos hombres suficientemente capacitados para ejercer el liderazgo, dirigir, orientar y decidir las acciones trascendentes. [Platón]. La creencia meritocrática o burocrática de alimenta de ambas fuentes. Asume que siendo común a los hombres la aptitud para distinguir lo verdadero de lo falso y lo justo de lo injusto, la capacidad de hacerlo satisfactoriamente sólo se alcanza gracias al aprendizaje y a la práctica. [Aristóteles]. El gobierno de los partidos [Weber]
Se sabe
La democracia conduce a la anarquía.
La aristocracia conduce a la oligarquía.
La meritocracia a la plutocracia.

Todas estas reflexiones tiene como referencia la manada humana y los modos de conducirla. La suposición es  esa, pero...

lunes, 26 de marzo de 2012

Poder

La afímera bestiecilla se alimenta de eternidad. Aparece en cualquier momento, se refleja en cualquier sonrisa memorable, se disfraza de inconmovible severidad, bohomía, honorabilidad, eticidad, academisismo. Se torna humilde, graciosa, melosa, zalamera, obediente, arrepentida... autoritaria. Se trata de establecer un orden. Hay que uniformar a la bestia. No cualquier uniforme sino el que corresponde al orden que alcanza a entender, comprender, saber o desear quien ordena, dispone: el domador. No importa la clase o tipo de orden, ni cuan grande o cuan pequeño; si instantáneo o permanente, ni si alcanza a muchos o a pocos, íntimo o ajeno. Es necesario domeñar la bestia, hablar a la bestia; despojarla del maquillaje, arrancarle todo adorno quitarle el disfraz. Así, pues, la bestia será una sola bestia, no variada, ni mucha, ni distinta, ni cambiante.Y el domador vivirá feliz con la bestia de sus sueños, que no es una bestia sino el más inocente, perfecto y sublime de los ejemplares humanos, en paz consigo mismo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Los efímeros

Se sabe que el hombre es un animallillo endeble, efímero, perecedero, acongojado, pertinazmante empeñado en negar la insignificante condición que lo agobia. No es posible negar esa condición. Los más tontos creen que algún Dios hacedor de todo bien y salvador de todo mal a última hora les tirara el salvavidas. Los menos taimados afirman que en el alma inmortal radican el genio y la sabiduría que con perseverancia esperan alcanzar. Los estúpidos apuestan por el aturdimiento que proporcionan molicie, gula o lascivia en el afan de negar lo que perciben y no soportan. Los voluntariosos persiguen el poder sin más y anhelan la gloria que al final esperan los redima. Reconfortados unos y otros alcanzan momentáneo olvido. Pero todo eso no sino un ejercicio torpe. Bien y mal, genio y sabiduría, gula y lascivia, honor y gloria, son cascajo arrojado a ajena playa que indiferente los transforma en indistingible arena.
Hay demasiados hombrecillos desasosegados.


lunes, 19 de marzo de 2012

Transformaciones


La historia que voy a relatar es totalmente verídica. Los hechos ocurrieron en lugar y tiempo determinados aunque remotos. El autor fue Director del Centro de Investigaciones del Poder Judicial.  
   
Su condición natural lo habrían conducido a un sobrio y digno ejercicio como sastre del pueblo; el disloque laboral y sus enervantes exigencias figuraron poco a poco una facha de salchichero, perdido en el tira y afloja de las inclinaciones naturales, esfuerzos laborales e intemperantes insatisfacciones corporales forjaron un espíritu de tahúr. Eso era o es esencialmente. Formalmente fue profesor de escuela primaria y tal vez allí adquirió la facha de peluquero. Luego, cuando la dictadura velazquista se hizo Juez de Tierras, que eran algo así como los ejecutores de los mandatos e imposiciones de los militares cuando decidieron confiscar las tierras. Aprendió -como muchos otros- en la arbitrariedad, los beneficios de la obediencia y las ventajas de la obsecuencia que conduce al éxito.. Instaló su guarida en el Palacio de Justicia. ¿Como llegó allí? ¿Qué caminos, qué vueltas o revueltas lo condujeron hasta ese lugar?, ¿Lo soñó alguna vez? Probablemente no. La democracia, el azar, el desorden, el instinto de sobrevivencia, la capacidad de sumergirse y flotar, la necesidad y la miseria que hace taimado y retrechero al hombre menos favorecido. ¿Sabía para qué estaba allí?. Estoy seguro que no. La habitación era amplia, con grandes ventanas hacia los pasillos, pero permanecían cerradas. La luz eléctrica llenaba de sombras y penumbras el ambiente. Al fondo se podía distinguir un juego de confortables de cuero negro. Un amplio escritorio al otro lado. Un estante con pocos libros. Afuera estaba la luz, el ajetreo de litigantes y abogados, el bullicio de las audiencias públicas, los pregones, el ir y venir de apresurados ujieres, portapliegos. Adentro el silencio de caverna, la inmovilidad del aire, el sonido amortiguado de los pasos en la obscura alfombra. Si un palacio es ocupado por una bola de cebo, entonces no es un palacio sino una salchichería. Si la bola de cebo es además un rapazuelo, entonces el palacio es una guarida. Ingrese en la salchichería, que en pocos minutos se transformó en una guarida. La verdad es que fui a una sastrería de pueblo. Y como es natural me encontré con un sastre laborioso, cuidadoso de cada puntada, atento a los detalles, ufano de sus obrar, atento y afanoso, como debe ser todo sastre de pueblo sea cual sea el lugar en que los caprichos de la vida lo pongan, así conocí a Bola de Cebo, -ese es el apelativo real y verdadero-...Lo cierto es que Bola de Cebo, obscuro, taimado y servicial, logró ser elegido Presidente del Poder Judicial... y  se enamoró apasionada y perdidamente de los fondos provenientes de los prestamos entregados al Poder Judicial  por el Banco Mundial y el Fondo Interamericano de Desarrollo ascendentes a 30 millones de dólares. Presintió la dicha. Sintió latir en el humilde pecho los favorables designios del propicio destino y laboró  con meticulosa dedicación para apropiarse de tanto como pudo de esos fondos. Lo vi ajetreado, ansioso, solemne, severo, parco, silencioso, decidido, pero siempre firme en pos de ese único propósito. Bola de cebo ha muerto de jubilación, cesantía o retiro. Bola de cebo tal vez sentado en una mecedora de madera  detrás del vidrio de alguna ventana de algún lejano lugar y allí no podrá dejar de ser el mismo. Revisará cuidadosamente la escondidas cuentas de las cuales algún otro rapazuelo tomará parte para sí. 





   


Etica Personal o Moral Individual


Construyo para sí mismo un consistente sistema  moral tomando como fuente lo dicho por Sócrates, Aristóteles y Kant. A partir de esa construcción elaboró  un conjunto de reglas a las cuales ajusto rigurosamente cada uno de sus actos. Siguiendo a Kant admitía que hay un imperativo fundamento de una moral puramente  racional según la cual los actos no requieren otra justificación que el cumplimiento del deber por el deber mismo sin referencia alguna a lo empírico y contingente. Una prescripción de tal clase resultaba acordada a su profesión de Juez.. El Juez sólo debe sometimiento a la constitución y a las leyes  la Constitución y las leyes, sólo a ellas y sus razonamientos y decisiones han de ajustarse a lo que ellas prescriben como justo o injusto.  
Como Socrátes,  creia que la injustica es ignorancia, nadie hace lo injusto sabiendo que lo que hace es injusto. Sólo quien no sabe el mal que hace, quien no entiende el daño que ocasionan sus actos, quien no alcanza a ponerse en el lugar del otro, del afectado, hace el mal; si supiera, no lo haría. El mal es una consecuencia de la ignorancia. El mal más grande es la ignorancia. Hay que poner fin a la ignorancia, para poner fin a la injusticia.
Pero no es suficiente dejar de hacer el mal es necesario hacer el bien. No es bueno el que no hace el mal sino el que hace cosas buenas. Como Aristóteles, pensaba que no es suficiente la abstención la sabiduría no consisten en no hacer el mal, sino en saber hacer el bien. Es necesario hacer el bien. Solo hacen el bien los hombres virtuosos, los que además de no hacer el mal, están capacitados para hacer el bien. Para saber hacer el bien es indispensable saber en qué consiste el bien, y solo lo saben los virtuosos.
Pero una moral formal - como diría Sheler, con quien concordaba en esto- no es suficiente. La moral no solo es ejercicio de razón sino que además es un ejercicio de voluntad. Se desenvuelve en el ámbito de lo práctico. 

sábado, 17 de marzo de 2012

Acronía

Acronía = sin tiempo.
Ucronía = fuera de tiempo.
El tiempo supone un pasado, un presente y un futuro.
Solo tiene tiempo el individuo, mientras dura.
La historia no tiene tiempo, no ocurre en el tiempo o tal vez ocurra  al revés, entonces, la historia hace el tiempo, la historia es la ficción que nos hace creer en que hay tiempo.
El pasado no está allá, sino acá. Ocupa el mismo espacio que el presente. El pasado está acá. y acá también está el futuro.
La Historia es el registro de lo pasado. Pero es solamente eso, un registro. El pasado como tal no existe. Carece de materia. No está en un lugar determinado. 
Los procesos vitales, sensoriales, oníricos, imaginarios y también los creativos, son instantáneos, inmediatos, actuales y permanentes ocurren en un lugar  pero no en un tiempo.