Se muy bien que ya no soy aquel a quien con angelical ingenuidad tu querías.
Y se también que tu no eres aquella a quien amé.
Yo soy otro y tu eres otra.
Tal vez es una conclusión apresurada.
En estos días he recapacitado.
Pienso que ese tiempo paso, como pasan
y terminan las estaciones del año
Creo ahora que eres demasiado joven
y no puedes comprender lo que siento
y menos aun entender lo que significan para mi
esos días, esos momentos, esos instantes.
Entonces encontré y abrí todas las puertas y recobre uno a uno
los mas lejanos y dulces instantes borrados de la memoria.
Ya no me pertenecían.
Los que había perdido y los recupere.
Todos tienen ahora tu rostro. tus manos tus pies,
tu voz, tu sonrisas, tus silencios y están aquí a mi lado.
Aunque tu estas lejos, muy lejos.
Mi sorpresa al saber que en alguna parte hace muchos años olvidada,
arrinconadas anidan la ilusión, el ensueño,
la belleza, la luz, la dicha, la alegría, el calor, el brillo de los ojos, la dulzura, el temor, la espera..
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